Te sientes tan pequeño y a la vez tan grande.
Es una sensación que te recorre el cuerpo a 500km/h.
Lo sientes, cada vez estas más cerca de la meta.
Pero de repente chocas contra un obstáculo que te impide avanzar.
Y por más que quieras ya no volverá a ser como antes,
ya nunca tendrás esa adrenalina que un día llegaste a tener,
ya no sentirás esos dolores de tripa a los que te acostumbraste.
Ya no hay vuelta a tras, el mundo se nos a quedado grande.
Jodidamente grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario